La Navidad es sinónimo de calidez, alegría y, por supuesto, deliciosas comidas que reúnen a la familia. Sin embargo, en medio de todo el ajetreo festivo, la cocina se convierte en uno de los puntos con mayor riesgo de accidentes en el hogar, en especial los relacionados con quemaduras e incendios. La concentración de personas, el aumento de la preparación de alimentos y, a veces, la distracción que generan las celebraciones exigen que redoblemos la atención en las medidas de seguridad y estemos preparados ante cualquier posible incidente.
Prevención: El ingrediente principal
La mejor manera de disfrutar la Navidad es evitando que ocurra cualquier accidente que pueda opacar una fecha tan hermosa. En el caso de la cocina, la prevención consiste en la atención, la organización y la eliminación de riesgos evidentes.
Gestión de la zona de cocción
- Vigilancia en todo momento. La regla de oro es nunca dejar la cocina desatendida mientras se está friendo, asando o hirviendo alimentos. La distracción es la causa principal de los incendios en la cocina. Si debe salir de la cocina, apague los quemadores.
- Orientación de mangos. Parece un detalle simple, pero asegúrese de que los mangos de las ollas y sartenes estén siempre girados hacia el interior de la encimera. Esto previene que sean golpeados accidentalmente por adultos o que sean jalados por niños pequeños, derramando líquidos calientes.
- Distancia de seguridad. Mantenga a los niños y mascotas a una distancia segura de la zona de cocción; de acuerdo con los expertos, la distancia de seguridad ideal es de un metro.
- Ropa adecuada. Evite usar ropa suelta, especialmente mangas anchas, que puedan entrar en contacto con las llamas o los quemadores calientes.
Control de incendios y fuego abierto
- Extinción de incendios de grasa. Si el aceite en una sartén se incendia, nunca intente apagarlo con agua, ya que esto dispersará el fuego. El procedimiento correcto consiste en los siguientes pasos:
- Apague inmediatamente el quemador.
- Cubra el sartén con una tapa metálica o una bandeja para galletas para sofocar las llamas por falta de oxígeno.
- Deje el sartén cubierto hasta que se enfríe por completo.
- Uso seguro del horno y microondas. Utilice manoplas o guantes de horno secos al retirar objetos. Por otra parte, al abrir alimentos sellados que han sido calentados, tenga especial cuidado al abrir el empaque o envase, ya que el vapor acumulado puede causar quemaduras graves.
- Velas y decoraciones. Las velas añaden un ambiente festivo, y si las desea añadir a su decoración, colóquelas en superficies estables, lejos de materiales inflamables, como cortinas, decoraciones, envoltorios. Nunca deje velas encendidas sin supervisión o al irse a dormir.
Prevención de riesgos eléctricos
- No sobrecargar. Evite sobrecargar los enchufes al conectar múltiples electrodomésticos para la cena y las luces decorativas. Es recomendable utilizar extensiones de buena calidad y verificar que las instalaciones eléctricas estén en buen estado para prevenir cortocircuitos.
- Luces seguras. Verifique que las luces navideñas estén en excelentes condiciones. Deseche aquellas con cables dañados, deshilachados o enchufes rotos.
Primeros auxilios ante una quemadura
A pesar de todas las precauciones, siempre existe la posibilidad de que ocurra un accidente. Saber cómo reaccionar de inmediato es una cualidad muy valiosa para minimizar el daño de una quemadura.
Pasos para quemaduras leves y moderadas
- Alejar de la fuente de calor. Lo primero es mover a la persona afectada de la fuente de calor, de manera inmediata.
- Enfriar la zona. Coloque la zona quemada bajo un chorro suave de agua fresca corriente (no helada, no hielo directo) durante 15 a 20 minutos. Esto ayuda a disipar el calor de las capas profundas de la piel y reduce la sensación de dolor.
- Retirar accesorios. Quite anillos, relojes, pulseras u otros objetos de la zona afectada antes de que empiece a hincharse. Si la ropa está pegada a la piel, no la retire; es mejor cortar la tela alrededor del área quemada.
- Proteger la herida. Una vez enfriada, cubra la quemadura con una gasa estéril antiadherente o un paño limpio y seco. Esto evita el contacto con el aire, que es doloroso, y protege contra infecciones.
- Alivio del dolor. Se pueden administrar analgésicos de venta libre, como paracetamol o ibuprofeno. Estos son ideales para ayudar a aliviar el dolor.
- Cuidado posterior. Las quemaduras de primer grado pueden tratarse con una capa fina de pomada, como aloe vera o vaselina, una vez que han sido enfriadas.
Errores comunes
- Aplicar hielo directo. El frío extremo quema por frío y puede causar daño adicional al tejido que ha sufrido la quemadura previa.
- Usar remedios caseros. Evite aplicar mantequilla, aceite, pasta de dientes, clara de huevo, limón o cualquier otra grasa o sustancia no médica. Estos retienen el calor y pueden aumentar el riesgo de infección.
- Reventar las ampollas. Las ampollas son un apósito biológico natural que protege la herida de infecciones. Una ampolla abierta es una puerta de entrada para gérmenes. Si se rompe una ampolla de manera accidental, la debe cubrir con gasa estéril.
Qué hacer ante quemaduras graves
Una quemadura se considera grave si es profunda, donde se pueda apreciar piel blanca o carbonizada; si afecta un área extensa, es decir, más grande que la palma de la mano de la víctima; si está en zonas críticas como la cara, manos, pies, genitales, articulaciones mayores; o si fue causada por químicos o electricidad.
- Llamar a emergencias. Llame al número local de emergencias (ambulancia, bomberos y similares) de manera inmediata para que puedan enviar la asistencia lo antes posible.
- Detener la quema. Asegúrese de que la persona ya no esté en contacto con el material ardiente. Si la persona está en llamas, envuélvala en un material grueso, como una manta o abrigo, para sofocar el fuego.
- Primeros auxilios generales. Se aplica el enfriamiento explicado para quemaduras leves, que es con agua fresca y cubrir la zona con un paño limpio o una sábana estéril si el área es muy grande, o un vendaje flojo.
- Vigilar signos vitales. Verifique que la persona esté respirando. Si es necesario, se debe iniciar la reanimación cardiopulmonar si se tiene el entrenamiento.
- Elevar la zona. Si es posible, eleve la parte quemada por encima del nivel del corazón.